15 Mar ¡¡Os damos la bienvenida a Almas Meraki!!

Por fin podemos compartir este proyecto que lleva tiempo gestándose y colándose entre nuestros propósitos en los últimos meses. Todo cambia (cantaba Mercedes Sousa) y nosotras vamos entrenándonos en eso de fluir con el presente, por eso este blog nace con la intención de conversar contigo. Iremos acompasándonos y acompañándonos a lo que viene en cada momento. Un día será la mirada ante la realidad (qué está pasando, qué retos educativos y personales tenemos por delante), otro una risa para vencer a los fantasmas imaginarios, al siguiente mares de preguntas que vienen y van…Trataremos de traer-te en este espacio blog un vaivén dinámico y orgánico, lo cierto es que nos cuesta atarnos a una programación fija, somos más bien de estilo caórdico mitad caos mitad orden.

Estamos en Casa y eso quiere decir que podemos hacer y ser lo que queramos. Algunas veces nos dará por compartir proyectos que nos inspiran casi siempre relacionados con educación, feminismo y crecimiento personal, otras por mostrar indignación hacia alguna de las cosas que todavía siguen sucediendo por el mundo… y sí, también abriremos la puerta a la belleza para que entre un poema o una canción especial, ya sabes, de esas que te devuelven de repente todo el aliento y la confianza.

Habrá espacio también para que a través de este blog os hagamos llegar recursos y herramientas que a nosotras nos sirven en nuestra labor profesional, artículos de personas que nos ayudan a comprender mejor otras formas de ver la vida, e ideas que queremos llevar a cabo en el futuro (con mucha dosis Meraki, tés varios y en amarillo).

Sí, estamos dispuestas a dejarnos sorprender, que este blog cobre vida y que tus pensamientos y aportaciones nos den la vuelta del revés o nos ayuden a encontrar la pieza que aún estábamos buscando.

Incluso yo (Sara) puede que alguna vez me atreva a compartir alguna de las fotos que hago con la pasión de quien no puede no captar el alma de un instante. Y yo (Virginia) puede que me lance a publicar algunos de los textos que escribo cuando me permito no pensar y dejo que la palabra se adueñe de lo que quiere contar.

Aquí todo puede pasar.