Nuestra propuesta es integrar la perspectiva de género y la dimensión emocional en la cotidianidad de los contextos educativos, sociales, culturales y organizacionales.
Desde este compromiso nuestra invitación es ofrecer espacios amables que nos permitan cuestionar las identidades y comportamientos limitados y limitantes y así enfocarnos en el desarrollo pleno y consciente de nuestro espacio emocional desde una mirada feminista que nos movilice hacia una sostenibilidad global.
Género
Con perspectiva de género porque es una responsabilidad urgente e inaludible ampliar nuestro concepto de democracia. La intención es que toda la ciudadanía pueda sentirse segura y confiada en su poder personal y colectivo de habitar, disfrutar y construir las comunidades de las que forma parte.
Es desde este lugar desde dónde se hace imprescindible la mirada feminista porque ayuda a repensar y cuestionar las opresiones y desigualdades proponiendo un camino inclusivo, diverso y cuidadoso para todxs.
Educación
La educación como el espacio para acercarnos a nuevas informaciones, aprender competencias que nos posibiliten soltar conocimientos y creencias que (nos) encierran y (nos) violentan para recuperar la curiosidad genuina y el desarrollo integral de nuestro espacio cognitivo, emocional y corporal.
La herramienta y el reactivo esencial para la transformación social.
«La educación no cambia al mundo, cambia a las personas que van a cambiar el mundo» Paulo Freire.
Crecimiento personal
La pulsión de la humanidad en condiciones de dignidad es la evolución individual para, al mismo tiempo, generar contextos de bienestar colectivo.
El trabajo personal es clave en cada proyecto en el que participamos (educativos, sociales, culturales y organizacionales).
Nuestra certeza y propósito es avanzar en esa dirección al entender que es en esa expansión y en los vínculos dónde está la respuesta para habitar sociedades justas, lúcidas y placenteras.
